Es un desastre los estragos que ha provocado el viento, esta nevada sin viento y transformada, podría habernos regalada excepcionales esquiadas como en años anteriores. Ni Siberia ni nadie puede con una temporada igual donde casi hemos metido más horas en el taller reparando esquís que esquiando laderas impolutas. Pero bueno, poco a poco y a seguir soñando! A ver que dicen los que suban hoy por la zona, porque según la isoterma local, puede nevar o no, pero con esos vientos difícil que el brezo no venza la batalla.