Padre nuestro que estas en El Castro…

Buenas,
Hoy, como casi todos los días posteriores a una nevada ya sea pequeña, mediana, grande o XL he ido a El Castro de cabeza. La verdad es que no pintaba muy bien porque según iba hacia Espinosa sólo algunos montes tenían algo de caspa y muy poca. Pero la fe que tengo en el Castro y sus condiciones nivológicas sobre pasa ya limites inimaginables y nada más encararme hacia el, pasando la rotonda de El Crucero he visto la luz, quiero decir, El Castro vestido de punta en blanco, como Buenafunte ayer en la gala de los Goya sólo que El Castro tiene tres cabezas.

Y poco a poco cada vez más cerca, Km. 1 de la carretera que sube al puerto de Lunada, me encuentro a la brigada «limpia cunetas», la carretera esta llena de ramas que obstaculizan el paso y l e n t a uno de la cuadrilla me da paso m e n t e , acelero y paso, Km. 2 bueno, esto se va hacer eterno, parada técnica, de emergencia, los nervios empiezan a aflorar, y por fin el maravilloso Km. 3 Castro Valnera desde El Bernacho.

Tras hacer un poco de rally invernal, algunos charcos helados ni se rompían, llego al final del camino y salgo porteando hasta los bloques, me calzo los esquís y a foquear por nieve costra, en algunos momentos se rompe en otras no y según voy ascendiendo aparece algo de hielo, a veinte metros del embudo me quito los esquís y subo recto, la nieve esta bastante dura excepto donde se forman las grietas, justo antes del embudo. Llego a la plataforma superior, por encima del embudo, y me pongo las tablas para continuar foqueando de forma continua hasta el collado entre la ante cima y la cima de El Castro.

Llego al famoso tubo, El Tubo, archiconocido en el mundo entero, un half-pipe natural diseñado por la gran madre de todos y todas, la señora Natura, acostumbrada ya a continuas liposucciones y harta de interminables sesiones de acupuntura, muy de moda a cuenta del cambio climático. Bueno, corto y cambio. El Tubo. El Tubo ya no tiene nieve costra, lo que tiene son 15cm de pow, polvazo, para que el papi y la mami se vuelvan locos.

Abrir huella es algo que me gusta, y en El Tubo tienes que hacerla de pared a pared hasta salir a la pala de la ante cima, una pala empinada, corta, como casi todo en El Castro Valnera excepto sus simas y la cara Sur-Oeste. Y como el día acompañaba he hecho cima y todo, porque hacer cima un día de viento huracanado y frío es una de las cosas más absurdas que a veces hacemos y al monte y a todos los lados es mejor ir a disfrutar, a ser feliz, aunque reconozco que a veces se puede disfrutar sufriendo y mucho, pero bueno, que hoy no era el día de disfrutar sufriendo, hoy hacia sol, una pequeña brisa y me esperaba una bajada por el hermano pequeño de El Tubo, una bajada que más que una bajada parece un salto al vacío de giros cortos, en suspensión, muy disfruton.

Y en vista del éxito que ha tenido, ¿por qué no subir otra vez?, pues para arriba, esta vez con la huella hecha hasta la ante cima y la bajada por El Tubo que esta de película, esta temporada sólo le he pillado así dos veces más, 27 de noviembre y 26 de diciembre, luego he tirado para abajo hasta llegar al embudo y bien, pero se nota la orientación, la altura, o yo que sé. Y del embudo en adelante, canteando, a saltos cortos, no había forma pero es aquí donde algunos aplican su prepotencia, ¡no hay nieve mala sino malos esquiadores!, Je je je je, me río de los flipados que dicen esto, y me acuerdo de uno en especial.

Ya en La Tierra después de haber estado por El Castro el subidón baja poco a poco hasta llegar al brezo y las otacas y empezar a ostiar, pincharte y volverte a tropezar y llegar la coche y no encontrar las llaves porque están en el fondo de la mochila.
El Castro es heroína pura que produce un fuerte síndrome de abstinencia.